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La relación entre Israel e Irán ha sido una de las más complejas y conflictivas en el escenario geopolítico del Medio Oriente. Desde la revolución islámica de 1979, cuando Irán adoptó un régimen teocrático y antisionista, las tensiones entre ambos países han aumentado, marcadas por una retórica incendiaria, y un trasfondo de desconfianza mutua. Israel percibe a Irán como una amenaza existencial, debido a su programa nuclear y su apoyo a grupos militantes en la región, como Hezbollah.
Por su parte, Irán ve a Israel como un símbolo de opresión y un enemigo de su ideología islámica y de su influencia en el mundo árabe. Este conflicto no solo tiene repercusiones locales, sino que también influye en la dinámica global, involucrando a potencias como Estados Unidos, Rusia y diversos actores en el mundo árabe. A lo largo de los años, han surgido diversas ideologías y movimientos, desde líderes religiosos hasta políticos reformistas, cada uno con su propia visión sobre cómo abordar la enemistad. Entender las raíces históricas, políticas y sociales de esta rivalidad es vital para abordar las posibilidades de paz en el futuro.
Este análisis busca explorar las múltiples facetas de la enemistad entre Israel e Irán, así como los factores que podrían contribuir a una resolución pacífica del conflicto. En el libro se presenta una encuesta, una serie de tipologías y reflexiones finales.
